Estar embarazada es diferente para cada mujer. Todo el mundo quiere aconsejarte y contarte su experiencia, pero la verdad es que termina siendo un tema muy personal.

Desde los malestares, las “depres“, las hipersensibilidades, y todas las cosas que nos pasan.

Yo sólo puedo hablar desde mí… mi corazoncito, mis miedos, y todas las cosas que me van sorprendiendo día a día.

Cada vez entiendo más por qué son nueve meses… este viaje de sensaciones, físicas y emocionales, que se van afirmando en una paz y bienestar interior difícil de explicar. Yo la verdad soy muy intensa, amante de mi espacio y sobre todo de mi soledad. Y aún no me imagino cómo será mi vida con este nuevo personaje.
Me causa intriga, curiosidad, un profundo temor, y una sonrisa inevitable.

Tener a la Mila conmigo ha sido maravilloso. Un embarazo un poco difícil en un principio. No tanto por el tema físico, sino por las propias circunstancias que yo elegí. Sin pareja estable, recién renunciada a mi pega, y viviendo con una amiga.

Todo partió como una semi sorpresa. Yo había renunciado a mi trabajo y tenía mis pasajes comprados para un viaje de mínimo dos meses. Mitad viaje tradicional, mitad descubrimiento interior… sí, muy al estilo comer, beber, amar y todos sus clichés que tanto sentido me hacían en ese momento.

Y de repente, el día antes de mi despedida de mi pega, donde quería tomármelo todo y dar jugo… supe que estaba embarazada!!! Después de unos 8 tests negativos, y pensando que tenía un desorden hormonal importante, mi doctor me dice que mi examen de sangre muestra que estoy embarazada, pero que es tan reciente que los tests no lo muestran aún. Plop, como diría Condorito. Tampoco puedo hacerme la lesa y no decir que tenía muchas ganas de tener un hijo. Pero tampoco le había dado taaanta vuelta como para lanzarme. Pero ahí estaba, en condiciones “extrañas“, no tradicionales… y la verdad no le había tomado el peso.

Y si volviera a hacerlo… no la hago de la misma manera nicaaaa!!!! Sé que son muchas las mujeres que deciden tener un hijo solas, y la verdad me saco el sombrero y todo lo demás… pero la verdad es que es todo tan raro, tanto cambio, físico, hormonal, todo… que el apoyo y contención emocional es fundamental. Y ahí estuvo mami. Tratando un poco de suplir ese rol.

En fin… me cambié de pega, me cambié de casa y cambié de estado “corporal“, y fue un poco mucho. A esto también me refiero que trataría de hacerlo distinto la próxima vez.

Por suerte, esa sensación de andar un poco perdida y sentirme superada pasó. De hecho con el papá de la Mila estamos tratando de recomponer las cosas y pase lo que pase queremos lo mejor para la Mila.

Lo más lindo para mí es darme cuenta que no todo se puede controlar y que la vida te da sorpresas… y de las buenas.